lunes, 19 de abril de 2010

Un día como otro cualquiera, vas de camino a casa, y por la calle ves a un chico robusto, lo miras con buen detalle: piel clara, ojos azules, pelo liso y rubio, pantalones pitillo, casmiseta ajustada, americana, unas rayban y un movil de última generacion en la mano, y piensas para ti... Dios, que monumento! Pero no sientes lo mismo que sentiste cuando viste al moreno de ojos verdes, con su sudadera, sus pantalones anchos, y en la mano 50 centimos para hechar una partida al futbolín.